viernes, 27 de mayo de 2011

Favor

La hija de una muy buena persona se encuentra enferma gravemente. Esta internada en una clinica luchando por su vida.

Y a su lado están sus padres, haciendo lo que un padre sabe hacer... entregarse incondicionalmente y amar si medida. Desear cambiar de lugares y ser nosotros quienes padezcamos mientras nuestros hijos continuan su camino.

Y estas situaciones nos ponen un alto, frenan el día a día y nos dan la oportunidad de reflexionar.

Quisiera de todo corazón que esa niña se sane, se recupere y siga siendo feliz.

Quisiera que sus padres, y sobre todo su papa a quien tengo el gusto de conocer, viva junto a ella todas las aventuras que uno planea con sus hijos.

No quiero verlo triste, ni que tenga que despedir a nadie. Quiero que llegue esa buena noticia.

Anoche recé con Valentina. Ella hizo una oracion muy linda y la acompañé en sus peticiones. Hoy tuvimos la noticia de una leve mejoría. Significa que nos están oyendo pero aun falta más.

Seguimos rezando y pidiendo. Que pasen estos momentos difíciles y la alegría se abra paso.

Desde aqui en cada lugar que ocupamos, debemos pedir siempre por lo demás. Por gente buena, rodeada de mas gente buena. No perdamos la capacidad de conmovernos y de desear lo mejor.

Podemos creer o no, tener fé o no. Ser católicos y vivir bajo la doctrina religiosa. Pero si no somos capaces de conmovernos y con todo nuestro corazón orar, entonces no nos sirve para nada.

Hoy pido con todo mi corazón un milagro. He rezado e iré a misa y si confesándome hago mas fuerte mis deseos. Lo haré porque no hay causa mas justa. Quiero que este papá no se separe de su hija. Y además quiero ambos sean bendecidos y les den todo el tiempo posible lleno de alegrías. Que les dé fortaleza. Merecen el mas grande respeto y admiracion. Que esas horas que parecen interminables por la espera y la angustia, pronto se conviertan en tiempo para quererse y compartir juntos.