domingo, 3 de septiembre de 2017

Yo también hago pataleta

Hoy te hice una pataleta terrible, terrible y de la que me siento avergonzada.
No, no hiciste nada malo.
No, no tienes que cambiar nada
No, aun no te encuentro defectos
Y por mi primera vez en mucho tiempo pedí disculpas.
Perdóname porque me dejé llevar por los malos recuerdos del silencio y los largos caminos renegando sin mirar a quien está a tu lado. Perdóname el desborde y la intensidad, por un segundo me dolió tanto la memoria que no supe que hacer y en qué momento parar. Perdóname porque yo fui eso que viste ayer alguna vez y que prometí no volver a ser nunca más y ayer tropecé torpemente con el pasado y me olvidé de quien soy ahora y de quien eres tu.
Ayer vi esa cara de desconcierto y de preocupación ante esto desconocido para ti, bueno ahora lo ves. Había quedado un poquito de escombros dentro mío y ayer salió todo a flote, así era yo. Lo siento tanto y me averguenzo mucho.
En todo este tiempo lo que viste no se acercó para nada a ese mostruoso ser que te hice ver.
Lo siento de nuevo.
Lo siento porque no te lo merecías.
Gracias por el amor que me das y la paciencia que me tienes.
Gracias por abrazarme ayer y volver a juntar todos los pedacitos que se me soltaron por un momento.
Gracias por los besos en la frente y la paz que volví a sentir luego.
Gracias por que hoy me levanté, y estabas ahí a mi lado y sabía que esta todo bien que iremos a Minka, que compraremos chucherías, que el Outlet nos espera siempre.