jueves, 1 de marzo de 2012

Paraiso

Nos creemos muy modernos y muy seculares, sí, pero vivimos con idolatría y dogmatismo. El problema no suele ser Dios (o su ausencia) sino la ignorancia. 
Como en la oración de Bernard Pivot que me pasó mi gran amigo Mauricio Gómez: "Le pregunté a Dios si existía, y me respondió que no, que no existía".
Si existe el Paraíso, quizás sea un bar lleno de santos y herejes tolerantes.