viernes, 28 de marzo de 2014

Anda, Léelo

Terminaré pidiéndote un favor. No quiero molestarte ni entorpecer tu proceso, sino todo lo contrario. Mi único afán en el mundo es que seas feliz y que podamos compartir esa felicidad juntos. Podemos, se que podemos. Empieza a creer que podemos.
Puedo tomar tus heridas y curarlas. Con amor y paciencia, con buena voluntad y con esta magia que aun habita entre nosotros silenciosa y anónima. Te extraño, extraño a mi compañero, a mi complemento, a mi esposo y a mi hombre. Extraño ese calor que botas al dormir y ese ronronear de tu pecho cuando ya por fin el sueño te ganó. Lo que hemos tenido no se repetirá jamás por eso te pido que hagamos el intento. Será luego la recompensa mayor que cualquier otra cosa. 
No habrá a través de quien sostener el camino de nuestras hijas mejor que con nosotros a su lado, juntos. Es cierto y seguro que tan convencido estás… todo pasará, pero pasará a un costo altísimo. Vale con su primera comunión llena de emociones, llena de compartir con amigos y sus familias. Todo lo que vivirá y viviremos a su lado. Lu cerrando con ansias y retos esta primera etapa. Nosotros también en nuestros proyectos.
Compartámoslos. Seamos esa familia inquebrantable. Cuentas conmigo mi amor. No sé qué esté pasando por tu cabeza, quisiera meterme en ella y conocer tus pensamientos. Esos íntimos que ni aun con la sinceridad que hablas eres capaz de decirme. Pero créeme, no hay cosa más grande que nosotros. Nada allá fuera sabrá darle el peso ni el tiempo ni el espacio correcto.
Valoremos esto, dejemos atrás el sufrimiento y la pena y que sea un volver a empezar. Suéltate, salta y que todo eso que te pone mal caiga al piso esa mochila pesada mírala como algo irrepetible y lejano y simplemente pongámosla a un lado y sigamos andando. Déjame mostrarte todo lo que soy capaz de hacer por ti y por mí. Te amo tanto y en ese amor todo lo puedo. Si que puedo. No me acuses de vehemente, te amo, amo a nuestra familia, amo a las hijas que tenemos y amo este hogar. No lo perdamos.
Acerquémonos sin miedo, dejemos a un lado todo lo demás y reconozcamos el amor. Bastará una pequeña llama para prenderlo y podrás ver cosas que jamás viste y yo también cosas que jamás pensé ver… las bebes incluso vivirán una fiesta de amor en casa en la que podremos abrazarnos y perdonar. Pero sobre todo reconciliarnos y crecer. Nos lo merecemos, merecemos esa última oportunidad de saber que nos comprometimos otra vez y que empezando de nuevo daremos fe a esas promesas que nos hicimos hace 10 años… 

Déjame demostrarte que diez noviembres
purifican el alma y el deseo.

Por favor lee este libro. Este libro no somos ni tu ni yo. Pero necesitamos darnos una última oportunidad. Cree, mira dentro de tu corazón déjate oír por personas con experiencia de vida que hayan superado cosas aun más duras que esto. Y óyelas también. Mira cuántos años juntos tienen DonPablo y Patty… 3 hijos una empresa… no fue fácil amor hubieron tormentas que supieron capear dejando de lado todo y solo pensando en ellos. Mira a tu amigo Víctor, sin querer formalizar con Diana y ahora a la espera de una niña más, míranos a nosotros que aun podemos estar en el mismo techo viéndonos el día a día, sanos con la tranquilidad de saber que tenemos a donde llegar. Aun no ha habido daño irreparable, inténtalo. Mira todos los lados de la moneda.
Leer este libro te tomará un día o dos, yo ya lo hice porque fue un préstamo y tendrá que pasar a otras manos que necesiten su ayuda. No te hará ningún daño ni te restará nada. Pero por favor hazlo.
Yo sigo estando aquí, estoy mejor y quiero que estés mejor y aunque te mantengas en eso de que hablamos de “estar mejor” en condiciones diferentes. Tomando una decisión cambiaremos nuestro destino como aquella vez. Cambiaremos el nuestro y el de todos los que nos rodean. Nuestras hijas y sus vidas, el de nuestras familias viéndonos y disfrutándonos fortalecidos. Quienes nos quieren se llenarán de alegría también, daremos lección. Mi vida, lo único bueno de tocar fondo y que no haya nada más abajo es que la salida es salir adelante. Esto que nos pasa no es terrible, posiblemente sea la última crisis más dura que tengamos que pasar, la más complicada pero luego ya no hay más de eso. Luego podremos hacernos viejitos juntos, reposar de la vida que hemos sabido compartir. Esperar la llegada de nuestros nietos y nietas y ser abuelos chochos en la unidad de un hogar fuerte. No hagamos que esa felicidad en lugar de compartirla, tengamos que dividirla… en días de semana, en horarios, en navidades y cumpleaños.
Viste como Lu te abrazó feliz al verte en la cama?... Solo tuvo que voltearse y tú estabas ahí siempre a la mano, en casa. Probemos con la seguridad de lograrlo.
Anda, lee el libro. Lee siempre lo que te escribo, no dejes de ver esa lucecita de la que tanto te hablo. No te dejes distraer. Piensa las cosas con amor, con amor hacia ti, con amor hacia mí y con amor a nuestra familia. No supe como dártelo sin cansarte, así que te lo dejé en la guantera… esta carta es más larga que la leerás impresa, porque crece con mi amor y con las fuerzas de que todo esté mejor.

Te lo digo de nuevo y las veces que sea necesario.
Te amo
Te amo siempre
Te amo para siempre

… no tienes que decir nada. No espero que lo hagas, solo espero el día en que simplemente no te lleves más el olor de tu almohada y me dejes voltear a verte.